A todos mis amigos y compañeros, los agentes de viajes. Por el esfuerzo e ilusión que ponéis diariamente a vuestra profesión y por el cariño, apoyo y amistad que he recibido durante estos dos magníficos años.
22 de noviembre, 2012. Ha amanecido fresco pero agradable en Ciudad Real.
Dejo mi hotel, cargado de mis inseparables maleta y portatraje, equipaje de serie. Una botella de Finca La Estacada se ha colado en mi "zurrón" como detallazo sorpresa de una buena amiga. Llego al coche, cargo como si de un botones se tratase, arranco y me dirijo hasta Bolaños de Calatrava para desayunar.
Tic tac, tic tac...
El mediodía ha llegado y estoy comiendo en La Carolina, pasado Despeñaperros.
Tic tac, tic tac...
Son casi las cuatro y media de la tarde. Ahora, en Granada, a los pies de su plaza de Toros esperamos a Manolo para tomar un café y cerrar unos asuntos de trabajo.
Tic tac, tic tac...
20:00 horas, Málaga. Espectante y atento a la presentación de la temporada 2012-2013 de Sierra Nevada en la sede del Instituto Andaluz de Deporte.
Copa, picoteo. 22:15 horas, abandono.
23:00 horas. He llegado a casa 15 horas y 480 kilómetros más tarde.
Es el resumén de este "viaje", de cualquier día de mi trabajo pero hoy es especial, hoy es un día distinto.
En estos momentos tan delicados que vivimos puedo decir que tengo trabajo, poseo un preciado tesoro incalculable que hoy cumple dos años de etapa profesional.
Y por ello me siento feliz, dichoso e ilusionado como aquel 22 de noviembre de 2010, frío día, que junto a mi amiga y compañera Luisa, visitábamos aquellas primeras agencias en la provincia de Jaén.
Hoy han pasado ya dos años que han unido en varias ocasiones Barbate con Pedro Muñoz, el Cabo de Gata con Humilladero o Algeciras con La Zubia en más de una ocasión.
Estos dos difíciles años han servido tambien para conocer a gente maravillosa, compañeros de sector y trabajo que día a día se dejan la piel por su negocio y con los que tanto me siento identificados. Gente luchadora y emprendedora que sacan fuerzas de flaqueza de donde casi ya no queda. Personas que abren su corazón y su alma diariamente con clientes y proveedores. Profesionales como la copa de un pino que defienden su trabajo de una manera enviadiable y que ponen toda la carne en el asador para recibir el sencillo y humilde premio de la satisfacción de un cliente, algo tan sumamente complicado en los tiempos que corren.
Para ustedes, agentes de viajes, todos mis respetos y mis halagos serán siempre pocos por el trato recibido y por el cariño mostrado, yo tambien fui uno de vosotros y quizás por ello os comprenda de una manera diferente a la vez que cercana.
Vosotros sois la puerta que se abre, la esperanza de una recompensa y vuestra amistad, el premio al esfuerzo diario de este trotamundos que día a día sigue aprendiendo de vosotros y luchando por sus metas y sus sueños.
Muchos estáis, algunos dejaron de estar, pero el vínculo creado es, a veces, practicamente irrompible e inquebrantable. Se quedó en el camino la relación laboral pero se mantiene para siempre la personal y ese es nuestro premio. El tuyo y el mio.
Ustedes amigos y amigas agentes de viajes sois lo mejor que me ha pasado en estos dos frenéticos años.
Gracias.
Pero este periodo tambien deja esos momentos y regalos que la carretera, el lugar donde duermes o la gente con la que compartes tantos ratos agradables te brindan, esos momentos que quedan en tu memoria para siempre y que se convierten en un viaje de experiencias y vivencias impagable con ningún salario ni sueldo millonario.
Atravesar largas carreteras en La Mancha por tierras de molinos de viento, ver un atardecer en cualquier rincón del Cabo de Gata, pasear de noche por la Alhambra nazarí o degustar un exquisito paté de perdiz cerca de Navas de Tolosa.
Asomarte al Tajo de Ronda un mediodía cualquiera, deleitarte con el ganado bravo en las playas de Barbate, oir las campanadas en la Plaza Mayor de La Solana, pasear hasta Punta Sabinar en Roquetas de Mar o conversar largo y tendido de lo complicado que es a veces el amor en un rincón de La Herradura.
Recorrer la Marbella auténtica, la que aún habitan viejos pescadores y no espléndidos rusos, los buenos e increibles momentos vividos en Jaén rodeado de tan maravillosos amigos que no les importa entregarte su tiempo una noche de martes, los mares de plástico cuando te acercas a El Ejido, un vino en buena y honesta compañía en Valdepeñas o desviarme al Faro Camarinal en Zahara de los Atunes sólo por ver como atardece mayo sobre la playa de Los Alemanes antes de hacer noche oliendo a marea en La Línea de la Concepción.
El señorío de Ciudad Real, el café con mis niñas en Loja, la armonía y la belleza renacentista caminando por las calles de Úbeda o Baeza, echar de menos un paraguas a las puertas de la Colegiata de Antequera cuando la lluvia te sorprende o sentir como el levante te envuelve al llegar a Tarifa.
Y por supuesto disfrutar y sentir la Costa del Sol y Málaga, esta segunda piel que cada vez más se pega a mi cuerpo y que se vuelve emoción atravesando calle Larios, sentado frente al mar en Fuengirola o recordando aquella mágica noche en Torre del Mar.
Son tantos y tantos momentos, tantas emociones, vivencias y viajes de tan corto pero intenso espacio que hacen que estos dos años hayan pasado de manera fugaz pero habiendo dejado un poso en mi memoria lleno de recuerdos, lugares, momentos y personas que sería imposible citar y describir en estas letras.
Muchos amigos te comentan, preguntan y afirman:
La carretera quema, agota. Claro que sí.
Dormir noche tras noche fuera de casa se hace sufrido. Claro que sí.
Fines de semana sin estar con la familia o tus seres querido es duro. Pues, claro que sí.
Pero a veces, si te planteas la vida y el día a día como un regalo que tienes que aprovechar y vivir intensamente, hace que esos matices tan pesados y complicados puedas convertirlos en algo maravilloso, mágico y único.
Ahora a descansar, mañana es viernes, toca trabajar. Algún agente de viajes maravilloso me espera en su agencia.
Por cierto amigos, si ponéis un cartel en la puerta que dice que abris a las 9:30 horas o a las 17:00 horas, respetadlo por favor y no lleguéis tarde. A veces un comercial está esperando en la acera de enfrente, montado en su coche, resguardado del frío a que abras para explicarte lo fantástico y genial que es trabajar con su mayorista.
Jajajajajajaja...
1 comentario:
Gracias a ti! Espero que sean muchas las experiencias que compartir con estos humildes asesores de viajes que no solo esperamos tu visita sino que nos alegra compartir un buen rato contigo! ya no somos solo clientes sino amigos y seguidores de una persona increible! un abrazo
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