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23 de mayo de 2011

Zamans, de vuelta por Galicia


No hace mucho me he dejado llevar de la mano que tomo hace casi un año, y de nuevo esa mano me transporta a Galicia.

Y me oculta, me desconecta, en un tranquilo lugar donde amaneces ante un luminoso ventanal que hace de pantalla de cine en alta definición.

Y ese ventanal reproduce una película, una escena cada mañana donde los coches se han tornado en un pequeño rebaño de ovejas, donde el asfalto es verde pasto, donde los edificios de enfrente son sinuosos montes cubiertos de esa luz singular que da el cielo galego.

Donde las personas cargadas de estrés y cólera social se han convertido en labriegas de siembra con pañuelo y mandil, o botas catiuscas y gorra en testa, mientras se riega un maravilloso jardín con un bello horreo como testigo.

En este lugar los perros ladran de otra manera, el agua fluye con otro caudal y la brisa del atardecer cubre la piel de un agradable repelús que obliga al abrazo mientras se camina por la orilla del río Vilaza que servía de motor para unos antiguos molinos que fueron almacen de harina y hornos de fanegas de pan.

Aquí en Zamans, como en tantos rincones de esta bella tierra que tan enamorado y cautivado me tiene, se respira esa paz, esa tranquilidad y serenidad que tanto echamos en falta en nuestro día a día en las grandes ciudades.

Aquí te deleitas con inigualable marisco, con inexplicables para el paladar empanadas de congrios, con sabrosa verdura recogida de una huerta, con una carne de vaca sabrosísima, con un delicioso cocido o con esas maravillosas filloas elaboradas con todo el mimo y buen hacer que las manos de una abuela prepara para su nieta.

En Zamans, en Vigo, en Galicia, nunca eres un extraño, eres uno más, eres otro de ellos.

Mil gracias por mostrarme otro pedazo de ti.

Sabes que volveremos, ¿lo sabes, verdad?


Y a Tensi y María Luisa, un beso muy fuerte y que sepan que la cuido.


Filloas de la Abuela

Piedra en molino

Camiño Real

Tapia del Camposanto

Guardería

Zamans, plaza

Iglesia, Zamans

Lechera y vaca

Luna y Cruzeiro