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5 de octubre de 2012

La habitación 611


Dicho así, en un blog que se entiende de viajes, parece que hablo de una habitación de hotel, pero no.
Tengo gratos e ingratos recuerdos de alguna que otra morada donde mi cuerpo descansó, o al menos lo intento. Vienen a mi mente pensiones del Camino de Santiago, hoteles donde mi trabajo me lleva, aquella pequeña pero coqueta habitación en Kengsinton, el insufrible apartamento que soporté durante días en Melieha (Malta), la maravillosa suite del Hotel Barceló Málaga donde fui "actor secundario" de aquella mágica noche, y como no, aquel estudio de Añoreta...


Pero la habitación 611, no es de hotel, la habitación 611 es una habitación de hospital.

 
Y aquí, en la silenciosa madrugada de la sexta planta del Hospital de la Mujer de Sevilla se encuentra este viajero haciendo las veces de guardian de un preciado tesoro que me niego a perder.
La persona que guardo, es esa que tantas noches lo habrá hecho por mi, pero ahora por esas circunstancias que la vida pone ante los seres humanos, ahora somos nosotros, soy yo quien atento cuido del descanso y la recuperación de ella.
Las muchas horas que llevo en nuestro "hotel" sirven para darte cuenta que aunque crees que lo tuyo es duro, siempre hay gente que está mucho peor. Qué cuando tu estás empezando, otros llevan semanas, meses y muchas horas de esperanza y cansancio acumulado.
Estar aquí, sentado en un incómodo sillón frente a un viejo y destartalado televisor que sólo responde a monedas de euro viendo como pasan las horas no es agradable, está claro que no, pero sabes que cerca de donde habitas hay mucho dolor y desesperación y aunque  no ayuda, consuela.
Cerca de aquí, alrededor de esta habitación tambien hay vida, mucha y nueva vida del fruto de esas mujeres que han ido llegando con caras de dolor contraido a las puertas del centro mientras esos débiles hombres que las acompañan no saben que hacer para consolar el malestar de una contracción tras otra.
Y los familiares. Los familiares esperan en esas salas con asientos de plastico sacados de cualquier grada de un estadio de fútbol. Esperan a que por la megafonía del recinto se anuncie la esperada frase de: Familiares de ... e ilusionados corren hasta la misma recepción para recibir la grata noticia de que todo ha salido bien y que un nuevo miembro ha llegado a la familia.
Poco antes de las cuatro de la tarde, la planta baja esta llena de gente con ramos de flores y globos gigantes que anuncian que en unos minutos podrán subir a ver al nuevo ser que horas antes forcejeaba en el vientre de su madre haciendo hueco y tomando postura para ver, por vez primera, la luz del día.
Y así pasan las horas, recibiendo a algún que otro familiar y amigo, respondiendo y leyendo las innumerables muestras de apoyo que a través de redes sociales te van dejando las personas que te aprecian a las que estoy eternamente agradecido porque cada mensaje recibido siempre es un paso hacia el frente para llegar a la meta y un estímulo para seguir ofreciendo lo mejor de ti a los demás.
Otros, en otras habitaciones estarán padeciendo el sufrimiento de aquellos a los que guardan y cuidan con la esperanza de poder dar un fuerte portazo un día y dejar olvidado dentro de esas cuatro paredes tanto dolor y sufrimiento durante tantas jornadas hospitalarias.
Para ellos todo mi apoyo y mi fuerza.
Alguna vez aparece Fernando por la 611 y se da una vuelta, no solo para cambiar el suero o el analgésico, sino simplemente para comprobar que Marisa está bien y descansa.
Grandes, grandes y mil veces grandes profesionales que hacen que tu estancia sea mucho más llevadera con palabras de ánimo y con el mimo y cariño que el enfermo necesita mientras su cuerpo se machaca tumbado en la cama acumulando horas. Ellos, pasan a ser enfermeros del alma y no del cuerpo.

Dos de la madrugada.
Ella ahora descansa, espero que ande soñando con todo lo bueno y maravilloso que le queda por vivir junto a nosotros. Seguramente sueñe con despertar dentro de unos días sabiendo que los resultados de sus pruebas sean favorables y el miedo que atravesó su cuerpo hace semanas cuando recibió la debastadora noticia pase a convertirse en esperanza de vida.
Hoy ya decía que una vez se recupere de todo iba a salir todos los días a andar. Es lo mejor que he escuchado en semanas porque ya piensa en si misma recuperada y eso es seguir viviendo.
Seguir viviendo es y debe ser para aquellos que han sufrido y están sufriendo la presencia del cáncer en sus vidas el mayor de los estímulos. Vivir tiene que convertirse en el reto a seguir y luchar contra uno mismo a favor del reloj tiene que ser la doctrina que abandere el presente y el futuro.
Pasó otro día, otra batalla se ha ganado, el sol se puso por el Aljarafe, muy cerca de nuestra casa, la Giralda se aprecia a lo lejos desde el ventanal de nuestra habitación y ha sido testigo de tu valiente recuperación, el aroma de un bendito pañuelo se hace dueño de la estancia (Gracias Dioni, gracias Hermano) y tu ciudad, tu Sevilla del alma te espera mañana con un sol radiante y el alta bajo el brazo.
Descansa mamá, descansa. Mañana toca vivir.



6 comentarios:

Unknown dijo...

Antonio, tu blog de hoy me ha dejado con dos lagrimones y un tembleque en el labio. Se perfectamente que duro es recibir una mala noticia, se que agotadoras resultan las horas en un hospital, pero tambien entiendo lo que es querer salir y querer vivir. Nunca tuve la perspectiva de lo que puede sentir un familiar, ya que he estado en el otro lado de la habitacion, pero hoy he entendido aun mas que duro es para ellos tambien. Eres muy grande, dicen que se dice mucho de una persona, por el modo en que esta persona trata o habla de su madre. Hoy mi obsequio para ti, tu familia y en especial tu madre es toda mi energia positiva, esa que uso cada dia para mi. La que mueve mis pies, y la que me saca sonrisas.Hoy ella la necesita mas que yo. Animo Antonio, con mucha fe y sobretodo con muchas ganas de todo, sale todo al final bien.

Unknown dijo...

Antonio, tu blog de hoy me ha dejado con dos lagrimones y un tembleque en el labio. Se perfectamente que duro es recibir una mala noticia, se que agotadoras resultan las horas en un hospital, pero tambien entiendo lo que es querer salir y querer vivir. Nunca tuve la perspectiva de lo que puede sentir un familiar, ya que he estado en el otro lado de la habitacion, pero hoy he entendido aun mas que duro es para ellos tambien. Eres muy grande, dicen que se dice mucho de una persona, por el modo en que esta persona trata o habla de su madre. Hoy mi obsequio para ti, tu familia y en especial tu madre es toda mi energia positiva, esa que uso cada dia para mi. La que mueve mis pies, y la que me saca sonrisas.Hoy ella la necesita mas que yo. Animo Antonio, con mucha fe y sobretodo con muchas ganas de todo, sale todo al final bien.

elvira dijo...

Buahhh, nunca me paro a leer los enlaces estos, pero el nombre de " la hab. 611" me ha llamado de una extraña manera. A mediados de Mayo mi familia y yo recibimos por segunda vez la noticia que no queríamos volver a oír, la recaída de alguien importantisima en nuestras vidas. Noches pasé en un calco del sillón donde tu estas ahora, y entonces me di cuenta de lo largas que son las noches, de lo fragil que es la vida y de las historias que pasan a nuestro alrededor sin darnos cuenta. En estos casos y de manera extraña, los fuertes son los enfermos, porque mi tia se fue en 1 mes y medio transmitiendonos toda la alegría que durante sus 65 años y 22 días había derrochado a cada segundo.
Te mando toda la fuerza del mundo, muchísimo animo y mi firme deseo de que salgáis de esta, que seguro que así sera.

Tienes que tener a una madre estupenda porque gran culpa de que seas tan especial debe ser gracias a ella. Suerte

Sender dijo...

uffff, que barbaridad de relato. Deseo con todo mi corazón que salga todo de maravilla, no tengo dudas. Un beso muy fuerte y mucho animo.

Anabel Atienza dijo...

Uff, Antonio, este blog me ha llegado al alma, apenas llevo un día leyéndolos y este me ha llenado de sentimientos, de ternura,si he llorado como una magdalena porque no decirlo, pero es la vida misma, todos aquellos que hayamos pasado por estos momentos sabemos que no son fáciles. Parece y me meto en el saco que no nos damos cuenta en el hilo que esta la vida hasta que no estamos en una situación así, yo por desgracia perdí a esa persona, pero me dio fuerzas para valorar más que en esta vida estamos de paso. Ánimo Antonio, te deseo de corazón que disfrutes muchos años al lado de tu madre, porque como ella nadie te entiende. Un beso enorme.

F.M.A. dijo...

Conmovedor. Mucha suerte.