Hoy termina el año dos mil doce.
Otro año que sumo a mi cuenta, otro año que veo nacer y veo
morir entre mis brazos.
Éste era un año de esperanzas, parecía y confiaba en que la crisis se fuese diluyendo y que muchos de los amigos que tengo en el paro encontrasen empleo, pero, en muchos casos y en muchas familias, todo sigue igual.
Éste era un año de esperanzas, parecía y confiaba en que la crisis se fuese diluyendo y que muchos de los amigos que tengo en el paro encontrasen empleo, pero, en muchos casos y en muchas familias, todo sigue igual.
Acaba 2012 y las sensaciones son
muy parecidas a cuando finalizaba 2011.
Hoy hace un año escribía
anhelando un 2013 repleto de sueños. Muchos los he alcanzado y otros siguen en
la recamara, en ese saldo acreedor que siempre me gusta tener con mis sueños y
mis metas.
Hace años aprendí a que sin
sueños y sin objetivos por cumplir mi vida era sumamente aburrida y la rutina a
la que sometía mi paso por este mundo sería mi tumba en vida sino cambiaba de
actitud.
Hoy en día, más cerca de los
cuarenta que de los treinta, tengo muchos más sueños que cuando era ese joven
intrépido y aspirante a aventurero que quería comerse un mundo que le parecía
pequeño y que con el paso de los años ha descubierto que, ese mundo, es tan
inmenso que necesitaré cien vidas para descubrirlo.
Tengo la costumbre, casi
maniática costumbre diría yo y lo recomiendo, de escribir todo aquello que me
parece interesante y porqué. Pues porque los buenos recuerdos por mucho que así
sean si no quedan reflejados en una frase, párrafo, fotografía, video, etc...
pueden correr el elevado riesgo de que se olviden.
Mi casa, sus paredes, sus
estantes, sus cajones están llenas de recuerdos, de imágenes que me revocan a
momentos maravillosos de mi vida, de experiencias inolvidables y de instantes
emotivos.
Si alzo la mirada sentado en mi
sillón favorito del salón de casa, uno de esos de poco más de 20 euros de Ikea,
tengo la sensación a un golpe de vista de estar en Camden Town, en Aveiro, en
Munich, veo cada vez que quiero atardecer en Tarifa o puedo percibir estar en
Punta Cana, Marruecos o haciendo el Camino de Santiago. Si miro a una librería
veo la Semana Santa de Sevilla, libros que me han marcado emocionalmente o el aroma
y el color de una vela con un significado especial por los momentos mágicos
vividos al cobijo de su luz en algún lugar determinado. Sin escuchar música
puedo oir a El Último de la Fila, REM o a mi compadre Bueno Rodríguez de Los
Aslándticos en un concierto y si observo alguna fotografía estoy con aquellas
personas que tan importantes son en mi vida y que han quedado plasmadas en esas
instantáneas.
Con el año que acaba voy a hacer
lo mismo, voy a impregnar este post de aquello que ha marcado mi 2012, de aquellas
sensaciones, de esos viajes, de esas experiencias que han sido capaces de
cautivarme y llegar a mi alma viajera y a la sensible retina que almacena todo
aquello que guardo con cariño, amor y pasión.
Mi 2012 está lleno de momentos
como éstos.
Sonó mi teléfono el cinco de
enero y un mensaje privado de Manolo García me felicitaba el cumpleaños,
aquello fue demasiado. Volví a sentir el placer de esquiar con el Veleta como
testigo, de tocar la nieve semanas antes de disfrutar de mi regalo de Reyes por
las eternas y frías calles de Roma.
El Trastevere me dejó la huella
de mi sueño italiano hasta llegar, poco después, al embrujo de Triana y
empaparme de una Sevilla única que provoca mi beso apasionado en la madrugada
de un Barrio de Santa Cruz que se desvela con los acordes entonados por la Tuna
de Farmacia.
El corazón se me rompe una
lluviosa tarde de Viernes de Dolores en mi pueblo, viendo a decenas de niños
llorando, preguntando porqué no sale su Virgen a la calle, pero la herida se
cierra un soleado miércoles santo viendo a mi Cristo de la La Lanzada pasearse
por la Alameda de Hércules.
La Alhambra me abre sus puertas
en la noche nazarí bajo una luna llena única y García canta "Levedad"
mientras mi deleite es absoluto a escasos metros de su escenario una
inolvidable noche costasoleña.
En 2012 he vuelto a jugar a ligar
en bares de copas, con ese método infalible de hacer sonreír durante horas a
una chica y sentir como en una sola noche, con una simple mirada, con una
conversación sincera y agradable, puede aparecer o renacer la pasión y el amor
correspondido.
He sentido el agua de Punta
Umbría arropando mi piel, me he lanzado desde cinco metros de altura al Río
Benahavís y he vuelto a tomar el sol en Estepona con mi desnudez como traje de
baño.
Sentí el amor en un lugar perdido
de la sierra en una inolvidable ceremonia que ni la mejor boda del mundo podría
compararse con lo vivido aquella noche de San Juan.
Bajé la luna a la arena de la
Playa de la Misericordia un dos de julio y volví a sentir la adrenalina del
Caminito del Rey en el Chorro como veinte años antes.
Y subí al Mulhacén para pedir
desde lo más alto que mi ser podría alcanzar toda la fuerza del mundo de
aquellos que habitan en el cielo para los que aquí, en la tierra, la
necesitamos.
Y allí a los pies del Gran Mulay
vi llover cientos de estrellas y como la Vía Láctea tejía su cinturón al cielo
más maravilloso que jamás he visto.
Mi trabajo, como siempre, me dejo
momentos increíbles rodeados de compañeros y amigos en Pradollano, Torremolinos,
Motril, Cartaya, Chiclana o Fuengirola. Compartir vivencias y experiencias por
muchos puntos de Andalucía y Ciudad Real con esta profesión que es un regalo y
un privilegio. Conocer nuevos amigos y compañeros que hacen que este duro, a
veces, trabajo sea más llevadero y que consiguen llenar de magia y momentos
inolvidables muchos días de este año que termina.
Un buen vino en la Mancha, una
locura en Roquetas, mis paseos por Baeza con el Capitán Alatriste de la mano,
la interminable noche de Jaén o deleitarme con las vistas al Peñón de Gibraltar
desde la terraza de mi habitación de hotel en la Línea, son fotografías que
quedarán siempre marcadas en mi memoria.
Gracias a todos los que me
acompañáis tantas veces.
Este año también me trae mi
reencuentro con el hábito de la lectura, y con recuperar las ganas de escribir,
que a veces reconozco, que por falta de inspiración o pereza se difumina en
algún que otro momento.
He sabido diferenciar a la
persona, del personaje, convirtiendo las redes sociales en una herramienta de
entretenimiento que se aleja y dista mucho del Antonio Luis persona, creando
casi involuntariamente al Antonio Luis Fernández 2.0.
El encuentro de una "nueva
familia" en el puente de diciembre con gente grande, grande de verdad
paseando por la Alcazaba malagueña o escuchando a Los Sabineros en un íntimo
concierto de madrugada.
Dos mil doce me muestra que
existe un mundo amarillo genial e increíble, que un santo no tiene porque ser
un personaje de la edad media o antigua y que no hace mucho hubo una en Sevilla
que respondía al nombre de Sor Ángela.
Este año también me castiga con
el sabor de la incertidumbre, de la impaciencia por unos resultados médicos y
de la satisfacción de que con fe, confianza y toda la fuerza del mundo, los
problemas, los baches y reveses que nos pone la vida, siempre, o la mayoría de
las veces, pueden vencerse y quedar como un mal recuerdo del que se aprende y
salimos eternamente fortalecidos.
Este año "confieso que he
vivido", como dijo Pablo Neruda y en la reciente memoria de este periodo
que termina me quedo con el abrazo que recibí de mi madre el día de Nochebuena,
después de estar casi a punto de no poder verla sino se me aparece aquel ángel
en la autopista y apenas unas horas después de andar descalzo por la tibia
arena tunecina del desierto del Sahara.
De Túnez, escribiré muy pronto,
ha dado mucho de que hablar mi experiencia allí.
Poco más que contar, algunos
detalles se quedan en el tintero pero no quiero despedir el año sin agradecer a
todos los que seguís el blog, los que dedicáis vuestro preciado tiempo en leer
lo que escribo y muy especialmente, a esa treintena de incondicionales que todo
lo leéis, todo lo comentáis y dais la mayor difusión posible a este espacio.
Vosotros me hacéis muy feliz, no podéis imaginarlo, queridos
"fans"...
Son más de 40.000 visitas y
cientos de comentarios los que acumula este humilde rincón de viajes y
experiencias que llegan de todos los continentes.
No es un blog con gran
repercusión como hay tantos, pero, os puedo asegurar que es un blog lleno de
amor, de cariño, de amistad, de pasión y de toda la magia que intento plasmar
en cada palabra.
No es mi cabeza, no es mi
inspiración ni mi talento el que escribe.
Es mi corazón.
Te deseo que tengas un feliz año
dos mil trece y todos tus sueños se cumplan, pero haz como yo, siempre deja
alguno por conseguir para que la vida tenga un interés especial y no se
convierta en aburrimiento.
Prosperidad para el año nuevo
amig@ y recuerda...
SUEÑA, VIVE !!!
5 comentarios:
Uaaau... sin palabras, sólo puedo desearte un feliz 2013 lleno de sueños y ambiciones,de miles de momentos locos, de más personas amarillas, de una semana santa arropada por el más azul y soleado de los cielos, y tu querida madrugá alumbrada por la luz de una luna intensa y las miles de velas, que veas s muchos compañeros que no veias ahora de nuevo tras un mostrador y sobretodo que no pierdas esa inspiración que te hace regalarnos momentos de lectura positiva y de la buena como este. Feliz año amigo!
Querido amigo, no podía dejar pasar el último día del año, sin darte las gracias, por acompañarme literalmente tantas noches sin dormir...gracias por tus blogs, son un manual de la vida misma. Me empapo de tu forma de ver las cosas, de tu forma de sentir, de tu forma de expresar, y todo en cierto modo porque anhelo ese estado del q me olvide "q es vivir ", pero ahora q lo estoy recuperando hago mias tus palabras " SUEÑA, VIVE " porque tenemos q tener sueños y metas q cumplir, por eso amigo te deseo un año lleno de sueños y momentos magicos que compartir. Feliz 2013!
Feliz año nuevo. Espero seguir leyendo cosas maravillosas en 2013.
te deseo lo mejor para 2013 que los sueños y metas que te quedan por alcanzar las cumplas. felicidades!!!
Hace poco mas de un año que sigo tu blog casualmente llego a mi lectura buscando informacion para un viaje a Malta. Despues lo he leido todo y me parece que es muy interesante todo lo que escribes. Mi vida ha dado un giro muy radical después de ese viaje a Malta y todo lo que he leido en tu apartado de vivencias me parece muy enriquecedor y ha sido muchas veces un apoyo personal importante. No nos conocemos personalmente, quizá nunca lo hagamos pero quiero desear que tengas un extraordinario año nuevo y que sigas mostrando tu visión de la vida de la forma que lo haces. A mi me ha servido de mucha ayuda, es más he conocido la musica de los aslanticos a través tuya y son geniales. Felicidades Antonio por tu trabajo y muchas gracias.
Un seguidor tuyo desde Murcia.
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