Y ahora, ¿quién rescata a Domingo?

Eso me pregunto yo ahora.

¿Quién rescata a Domingo?

Un señor de cincuenta y tres años, vecino del barrio de La Chana en Granada, ha sido encontrado muerto apenas una hora antes de que la Unidad de Desahucios se personara en su domicilio para arrebatarle su hogar.

Si, arrebatar tu hogar, porque no es lo mismo que te quiten tu casa, el inmueble a que te despojen de tu hogar, de tus recuerdos, de tus momentos de soledad y compañía, de los pasillos y habitaciones donde tus hijos han crecido o donde tus seres queridos te han amado.

Domingo vivía sólo, era apreciado y querido por sus amigos y vecinos, regentaba un pequeño comercio de barrio y nadie sabía que "el desahucio" (que palabra más terrible) había llamado a su puerta. Y que hoy a las diez de la mañana lo iban a sacar de su casa como un perro retirándole las llaves y sin ni tan siquiera preguntar donde iba a pasar la lluviosa y sombría noche que hoy se dejará caer por Granada.

Pero Domingo, no ha querido pasar ese trago. Sólo él sabe si ha sido un gesto de cobardía o de dignidad, sólo su alma se ha llevado la respuesta a esa pregunta.

Pero él, es solo una víctima más de esta terrible lacra que nos está tocando vivir y que seguro, porqué pienso firmemente que saldremos de ésto, nos hará de otra pasta y permitirá que cada paso que vayamos dando sea firme, optimista y convencido de que nadie puede con los hombres de bien.

Casualmente hace unos días mientras caminaba, trabajando por Granada, me topé con un gran número de familias a las puertas de una entidad bancaria y fui testigo de la desesperación que muchos de ellos tenían ante la inminente orden de desahucio que tenía que llegar o había llegado.

Y se les veía gente sencilla, gente de bien. Reclamando un aplazamiento, casi rogando y pidiendo que por favor no dejen a sus hijos o sus familiares mayores en la calle.

Hablo de familias que no pueden hacer frente a hipotecas de trescientos euros, de hogares sin recursos sin un solo sueldo que alumbre el mes y con más de una boca que alimentar cada día.

Dificil y complicada esa ecuación de alimentarse cada día sin recursos para ello.

Y paré, hice una foto y continúe con mi rutina pensando en lo mal que se tiene que estar en ese bando, en el bando de los débiles, en el bando de aquellos que están a punto de quedarse sin lo poco que tienen y le dan cobijo cada día.

Pero hoy al escuchar la noticia en la radio de mi coche, he dicho. Necesito contar ésto y rendir un homenaje a todos aquellos que están pasando por esa tan complicada y dura situación en la que ojalá nadie tuviese que estar y padecer.

Pero...

Los gobiernos, la calaña política y corrupta de este pais, que parece que va a la deriva, no sabe más que articular planes de reflote y rescate de gigantes bancarios, pero se olvidan del pobre, del obrero, de todos los Domingos que hay en España y que necesitan más que nadie el rescate de sus vidas, de su presente y de su futuro.

Ya no hace falta que rescaten a este buen hombre. El mismo ha sido capaz de rescatarse buscando esta digna salida como la mejor manera de pagar la deuda con su banco, ese que seguro no ha plegado un solo momento su conciencia ante seguramente una dificil situación como ésta y otras que andarán pendiente de tramitación judicial.

Pero no importa, sus altos directivos, con maravillosas viviendas y lujosos coches, se estarán mofando de todos estos dramas porque ellos están siendo rescatados de la peor de las maneras, con dinero público y con devolución de favores de la mafia politica de esta mierda de nación llena de manipuladores, estomagos agradecidos y sinverguenzas enriquecidos a costa de todos la gente de a pie que paga sus millonarias jubilaciones y sus desorbitados sueldos y pensiones.

Vosotros banqueros y políticos, jauría de perros ansiosos de poder, nunca sentiréis el rescate como lo ha sentido éste valiente hombre que ha entregado su alma dejandoos la casa, dejandoos el inmueble pero no el hogar, no eso no el hogar no os corresponde pero seguro que tampoco os importa ni lo queréis. Eso no tiene valor para vosotros.

Golfos, rateros qué es lo que sois.

El hogar, los recuerdos y lo vivido entre esas cuatro paredes desahuciadas ya propiedad del banco, todo eso, se lo lleva Domingo para si, en un viaje a la eternidad que sólo él sabe el motivo de porqué compro este billete dejando un amargo recuerdo para todos los que vemos esta situación desde una posición, digamos que, privilegiada porque hasta la fecha no tenemos una orden de deshaucio, pero ojo, en cualquier momento nos puede llegar, ninguno estamos libre de los avatares de la vida.

Hoy tocamos el cielo y mañana pisamos el fango.

Descansa en paz, Domingo. No ha hecho falta que nadie venga a rescatarte, tú sólo has salido a flote.

Gracias por tu lección.