Tú en cuyas venas laten Alatristes
a quienes ennoblece tu cuchilla...
- Francisco de Quevedo-
Empezaba a leer este libro hace unos días cerca de la muralla de Baeza, a los pies de la Torre de Alitares mientras tomaba una copa de Ribera maridada con dos cortes de loncha de queso curado semifundido sobre una exquisita tosta de sobrasada y miel de caña.
Y no vengo a contar nada de ésta más que conocida novela de Carlota Pérez-Reverte y su padre, Arturo.
Todos sabemos algo de ella, bien por sus decenas de miles de lecturas o por su taquillera película.
Pero si me llama la atención, por supuesto, sin dejar a un lado la calidad descriptiva de su autor y la trama de la misma, las similitudes que encuentro entre aquella España del siglo diecisiete y esta que ya empieza a abrirse paso en la segunda década del veintiuno.