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5 de febrero de 2013

"El poeta que ama" y 20 poemas de amor de Neruda

Algo de poesía nunca viene mal.
 
Adquirí este libro en un momento de mi vida en que todo lo que Neruda recita me recordaba a un cercano pasado.
 
Y fue por sorpresa, creyendo que lo que el gran poeta chileno contaría para mi sería el camino hacia el nuevo amor, me encontré todo lo contrario. Un corazón desolado, melancólico y roto por la pérdida o quien sabe si la huida de la mujer, de la musa amada.
 
Estos veinte poemas de amor y una canción desesperada, hoy no duelen tanto como antaño, hoy los disfruto de una manera distinta pero siendo capaz de desgranar la pasión, el ardor y la fuerza que Don Pablo transmite dejando a las claras que amar duele y que plasmar los sentimientos en forma de verso es un regalo para aquellos que, muy de vez en cuando, leemos o incluso nos atrevemos a escribir poesía.
 
Algo de amor en forma de verso...

Del poema número 3:

En ti los rios cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

Del poema número 12:

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
 
 


Yel poema número 20, el que mata, el que duele: "Puedo escribir los versos"
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
 
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
 
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
 
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito!
 
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos!
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
 
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
 
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
 
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
 
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
 
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
 
¡Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise!
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
 
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
 
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
 
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
 
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
 
Simplemente único, desgarrador y espeluznante la manera en la que Neruda versa sobre el amor perdido, sobre lo imposible de olvidar, pero tambien sellando sus 20 poemas con el mensaje de que será el último lamento, el último llanto y lo último que escribe dando paso a un futuro prometedor donde no tiene cabida el dolor y la desdicha.
 
 
Yo me atrevo a escribir al amor, me atrevo a mostrar mi ignorancia en forma de prosa y me pregunto que cuando el corazón late, vive y sueña, la inspiración para cualquier faceta de la vida es espléndida y digna de mostrar al mundo y a las personas que amas del modo que estimes oportuno, pero muéstralo y demuéstralo.
 
 
"Poeta que ama"
 
No es tu presencia la que habita,
es tu ausencia la que clama.
No es tu amor el que persigo,
es el destino el que manda.
 
Es tu sonrisa quien delata,
y tu piel la que desata
este torrente de armonías,
que nuestros cuerpos ensalzan.
 
Has llegado hasta mi sueño,
perseguido en un pasado,
para quedarme en ti dueño,
de tu alma cautivado.
 
Eres presente en mi vida,
eres futuro alejado,
eres clamor en el cielo,
de un universo soñado.
 
Sólo tu, amada mía,
sólo tu, desnuda y clara,
sólo tu, mi poesía,
sólo yo, poeta que ama.
 
 
Ahí queda eso, fue un momento de inspiración. Un instante de luz de alguien que puede leer desde Neruda, Ruben Dario o Becquer hasta E.L. James y sus 50 sombras.
 
Eclecticismo, signifca éso.
 
Yo recomiendo que leáis alguna vez estos 20 poemas de amor y esa profunda y deshabitada de alma "canción desesperada" de Neruda para que de verdad podáis sentir y vivir una verdadera historia de amor, pero del verdadero, del que duele hasta casi morir.
 
"Confieso que he vivido", ese es el título que recoge las memorias de Neruda, sin duda alguna un personaje que muy a las claras pudo hacer esa confesión.
 
Y yo pregunto en voz alta: ¿Podemos hacer nosotros esa misma confesión?
 
Si confiesas afirmativamente, te felicito. Si por lo contrario no puedes confesar que vives, te recomiendo que no pierdas tiempo y arregles el entuerto que tu vida provoca esa negativa confesión.
 
Yo confieso que vivo. 
 

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