Hacía unos días que nos habíamos proclamado campeones de la Uefa Cup en Glasgow por segunda vez consecutiva. Era mayo de 2007, hace casi cinco años y mi amigo Jesús Alvarado me concedió el honor de publicar en su blog un texto que yo escribí con todo mi corazón y alma sevillista después de recorrer más de 7.ooo kilómetros para ver a mi equipo ganar otra final.
Recuerdo con nostalgia aquellos mágicos años de gloria aunque recuperando aquella deuda histórica que el fútbol tenía con nosotros, con los Guardianes de Nervión.
Nunca olvidaré, tampoco, tardes horribles por esos campos de Dios cuando deambulábamos por categorías que nunca merecimos, pero que quizás sirvieron para forjar la coraza y engrandecer el honor que años más tardes paseamos por todo Europa siendo el mejor equipo el mundo.
Meses después de aquella final en tierras escocesas, con la miel del triunfo aún en los labios se nos fue Antonio y con el poco aliento que nos quedaba, pocas horas después, miles de héroes sevillistas fuimos a jugar una final a Mónaco que nunca perdimos, porque solo jugarla envueltos en aquel manto de dolor por la pérdida de uno de los nuestros fue un triunfo.
Aquella final con el todopoderoso Milán de Kaká, Inzaghi, Nesta y compañía nunca la perdimos.
¿Verdad Antonio?
Te mando un fuerte abrazo amigo, algún día nos veremos en el Tercer Anillo. Yo de momento aquí sigo sintiendo en la distancia el sevillismo y desgarrando mi garganta en forma de letras igual que aquella noche de Jueves de feria cuando aquella zurda, tu zurda, me hizo vivir el momento más grande que hasta entonces había sentido como sevillista.
Aquí estoy, encaramado como aquel día a una valla del estadio Luis II de Mónaco, gritando aquel lema que los tifosis del Milan mostraban en su pancarta: "ONORE A PUERTA"...
"El club de los 7.000"
publicado el 26 de mayo de 2007 en www.jesusalvarado.com
No todo el mundo ha podido vivir ésto...
Valgan estas líneas para homenajear a “El Club de los 7000″.
A todos aquellos sevillistas que, como en mi caso, hemos hecho más de 7000 kms. para ver cómo nuestro equipo ganaba por segundo año consecutivo la UEFA CUP.
De Sevilla a Málaga, Faro o Murcia… hasta Glasgow, pasando por Newcastle, Londres, Bristol, Liverpool, Manchester, Dublín, etc… Después ferrys, microbuses, trenes, coches de alquiler conduciendo por la izquierda, volante a la derecha, otros 247 km. para la gloria y 280 km. desde la gloria a Durham Tees Valley (antiguo aeródromo militar al sur de Middlesbrough) y ademas LLOVIENDO.
Comimos bocadillos, los primeros tiernos, los últimos como piedras, llegamos a Hampden Park como a Nervión, una hora antes del partido y empapados de agua . De vuelta, cabeceamos sueños en gasolineras acompañados de trailers cuya carga en toneladas no superaba la carga de alegría y sueños hechos realidad que nuestros corazones albergaban y descansábamos como se podía en bancadas de zonas de embarque de aeropuertos deseando volver a casa pero con la sensación de que el sueño de una noche de Mayo se difuminaba dejando paso a otros sueños que quedan por llegar.
Todo esto y más por tí SEVILLA F.C., por el “Tercer Anillo”, por tantos Kilómetros de espera a La Condomina, al Tartiere, al Rico Pérez, a O Couto, a El salto del Caballo, a Las Gaunas, a Ipurúa, a El Plantío, etc, etc.
Gracias, gracias y gracias.
Te quiero Eindhoven, Te quiero Mónaco, Te quiero Glasgow y sobre todo te quiero a tí, SEVILLA F.C.
Antonio Luis Fernández “SLADA”