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2 de julio de 2010

Tirar de amarras...

Villefranche, Costa Azul (Francia)


En poco más de cuarenta y ocho horas sales de viaje, partes de tu tierra, de nuestra tierra a emprender una aventura que lleva días alterando tu sueño.

Solo los valientes acometen semejantes retos, solo los valientes son capaces de dejarlo todo e iniciar una nueva vida, un nuevo viaje, casi sin mirar atrás.

Y siento tu partida, sentimos tu partida aquellos que hemos recibido tu cariño, tu amistad y tu entrega sin nada a cambio por nosotros.

He tenido en multitud de ocasiones la necesidad de acabar con todo, empezar de cero y en alguna ocasión lo he hecho pero nunca abandonando mi tierra, a mis seres queridos, a mis amigos y mis costumbres.
Me han faltado "güevos" para ello.

Admiro a aquellos que lo hacen por necesidad desgraciadamente, a aquellos que por motivos laborales o simplemente por espíritu de vida deciden dejar sus raíces e iniciar un viaje nuevo en su vida.

Aquellos que cruzan mares buscando libertad, aquellos que se enfrentan a nuevas sociedades y nuevas lenguas y a aquellos en los que en su cabeza simplemente ronda la idea de abandonar, dejarlo todo y volver a nacer.

Esos o esas que no se consideran de ninguna parte, esos a los que el gran Diego Carrasco denomina “Inquilinos del mundo”.

Y te admiro a ti.

Capaz de embarcarte en esta aventura marinera, cual grumete ilusionado y tirar de amarras como el primero de los tripulantes.

Abandonar de esta manera no debe ser fácil, pero ya te dije que nadie abandona a nadie si en su interior sigue sintiendo su presencia.

Y volverás, espero que cuando tu corazón lo quiera y tus obligaciones lo permitan y aquí estaremos nosotros como dice la canción, esperándote contentos…

La amistad es algo tan fuerte, es un nudo tan inquebrantable que no tienes porque conocer a alguien durante años para que esa amistad sea más intensa que la que simplemente se plasma en un gesto, en una simple conversación.

La nuestra, por casualidad nació en una terraza de Triana, en la misma calle Betis y por avatares de la vida apenas días después se forjó en una larga conversación en la que desnudé mi persona ante una desconocida cuya respuesta fue el mejor de los consejos que la mejor de mis amigas o amigos de toda la vida pudieran darme.

Hay dos tipos de amigos: los que te preguntan como estás sabiendo que estás mal y los que no te lo preguntan y se ponen manos a la obra para que te sientas bien.

Tu bien sabes donde ubicarte.

Te deseo todo lo mejor, deseo que tu sueño se cumpla, tus aspiraciones se colmen y que la experiencia vivida te sirva para engrandecerte como profesional porque como persona es prácticamente imposible que puedas mejorar.

Ah…y no me devuelvas el bastón de peregrino que tienes guardado para mí, quiero que te lo quedes y cada vez que asomes la mirada al azul infinito del Mediterráneo, del Adriático o del Caribe recuerdes a un amigo que mientras tu surcas los mares, él estará buscando la gloria compostelana y encontrándose a si mismo.

Espero vernos pronto amiga, y quien sabe, igual en octubre algunos amigos compartimos puesta de sol contigo en Santorini, Venecia, Villefranche o La Habana.

Suerte amiga, felicidades valiente.

Buen viaje Noe, te esperaremos contentos.