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28 de agosto de 2009

Tenerife, isla de contrastes

Queda atrás pero guardo un grato recuerdo de este viaje, fue un viaje con esfuerzo, con poco dinero pero con mucha ilusión.

Tenerife me fascinó, no iba buscando descanso, no iba buscando playas... llegué a la "Isla afortunada" con la intención de conocerla por dentro, de una manera distinta a la que habitualmente se concoce y puedo decir que quedé con las ganas de estar otra semana más y disfrutar sobre todo de su naturaleza, de sus diversos paisajes, de su amplio contraste entre lugares tanto habitados por ingleses y alemanes como por lugareños amables que escapan de esa masificación que Norte o Sur ofrece a causa de los turistas.

Volveré, s.D.q., para descubrir el Valle de la Orotava, Los Roques del Norte, los Montes de Anaga, Masca y tantos y tantos lugares llenos de encanto que posee esta fantástica isla.

El billete de 1000 pesetas

Mar y roca en Puerto Santiago

Arena negra

Acantilados de Los Gigantes

Cañadas del Teide

Desde los Llanos de Ucanca

Garachico

Casa canaria, Icod de los Vinos

El Drago Milenario

Pecera tubular, Loro Parque (Puerto de la Cruz)

"Hotel Oasis Paraiso", ni hotel, ni oasis, ni paraiso...